TARJETA VERDE NAVIDEÑA
Despacio como una serpiente, astuto como un ratón, Papa Noel logró ingresar hasta la sala y el comedor, “¿estará en la lista el muchachón ?”. ¿ estará Ramon en la lista del barbón ? ¿Quién lo sabrá ? En esto, el perro ladró y alertó al pequeño que, habiéndose quedado dormido, al sentir que alguien estaba en su sala, sentenció: - ¡Es Papa Noel! Y al acto, entonces, como empujado por un espíritu inmortal, llegó a la sala de un salto. Vio, en efecto, ahí, al Señor de la Noche Buena, al Rey de la Navidad, al mismísimo Papa Noel - Ho, ho, ho – rio el gigante gordiflón. Y al instante, colocó al árbol de navidad junto el regalo para el muchachón. antes, sin embargo, de irse ya y justo que se despedía, recordó, de pronto, Papa Noel, el protocolo de la OMS, el que era necesario para que todo vuelva hacer como antes. Sacó entonces de sus brazos un aparato de medir tensión y se lo colocó en la frente al pequeño, que se dejó nada medir tranquilo. -