PASEO DE VERANO

 

Es como si una luminosidad me bañara; como si una magia echa luz me sobreviniera. Ver la Luna desde aquí no es como verla en otro sitio; ver la Luna desde aquí es como sentir, de verdad, a la Luna.

Cuando salgo a medianoche, el viento me hiela el alma; pero al imaginar la recompensa, sigo adelante entonces. Mis versos, los que escribo ansioso con un lápiz se escriben solos. Es como si mi alma ávida de difluirse emanara al natural sus sentimientos y las plasmara en papel con lapicero. La graciosa perra que también me acompaña, me persigue ágil conforme yo ando en bicicleta. Y ambos entonces paseamos níveos bajo la Luna llena. Mañana, al clarear, por supuesto, me levantaré primero y con mi perra, de nuevo, iremos al mercado. Unas monedas en el bolsillo entonces justifican una suculenta y sabrosa hamburguesa. Yo le he dado la mitad a la perra. Y ella lo ha devorado todo como la bestia que era. Cuando el sol ha salido a eso como del mediodía mas o menos, yo he visto como el  Cielo se viste de azul intenso. Los pajarillos que en los arboles revolotean, no me asustan nada. A las mariposas yo las persigo y ellas vuelan y vuelan. Los niños en el verano salen como hoy como las flores. Y desde sus capullos estos recrean sus primeros dolores...

Después se vuelven adultos y conforme van creciendo se vuelven como los avispones. Los que hemos nacido, entonces, los que vamos a morir, debemos pensar que a la muerte vamos. Así que debiendo aprovechar todo momento, hagamos que sea como el ultimo de todos, impregnándolo cada día de bueno hechos.

De una luz venimos, a una luz nos vamos.

Dios nos recibe cuando de este cuerpo esa luz se va desgastando.  Y luego a rendir cuentas con el Creador.

De tus siete vidas serás justificado si hiciste el bien;

 pero si se te encontró no justo, cuidado.

 Esfuérzate, por eso, en imitar a nuestro Señor, porque el pago, del otro lado, es alto.

El recreo que puso Dios al hombre es la tierra bella que vemos todos los días.

Pero es el verano de todos los escenarios en donde la felicidad y la esperanza reviven como los niños en su alegría cada mañana cuando van a jugar.

 

¡…Verano, verano bendito…

estación de juventud, de flor, de amistad pura y de amor,

 no te vayas, menos hoy que a la Tierra ha caído una plaga, que los hombres como nunca necesitan el Sol… como aquella mariposa que se posa ahora en una rosa y acaricia el pétalo inyectándole el polen para ambos nutrirse del esfuerzo del trabajo de su mutuo amor….

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