ESPIRITU ALADO
Una noche cuando solitariamente por los llanos
caminaba preocupado,
un instante cuando ciertamente no lo hube
esperado,
un viento sino halo me llegó al alma entonces en
ese instante mágico,
impregnado con algo que por lo extraordinario no
sabría explicarlo.
Queriendo creer entonces que solo fue un
sentimiento vago acaso
pensé que de ese sutil verano solamente era un
resuello calmo;
pero cuando en ese momento dado lo hube meditado
me di cuenta que era el tibio halo de mi amor
por ella ululando.
Mi amada, a la que amo, hubiese querido que yo la
amara sin duda desenfrenado como ella hubiese deseado
pero como jamás pude decirle en ese momento tan
infamemente que la amo
ese suplicio entonces raudo y desesperado hace
herida en mi corazón profusamente desgarrado;
y recrea bajo esta luna de cielo plateado todo
el dolor que amarla no haber podido me ha causado.
Pareció entonces como que esa tarde de verano de
los vientos
salía un halo tibio y cálido.
Pareció que llegaba a mí y apesadumbradamente en
mi pecho la recibía yo agobiado;
mas en realidad bien mirado era solo el alma que
de mi espíritu devastado
salía entonces de mi cuerpo sin descanso a vagar leve y triste por los llanos por
las
noches de verano cuando caminaba solitario
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